El Asedio al Santuario de la Virgen de la Cabeza

La Guardia Civil muere, pero no se rinde

 
     
 
lefttop
 

 

El monumento

 

MONUMENTO A LOS HÉROES DEL SANTUARIO

 

          El día 17 de octubre de 1965, domingo, pasadas las doce del mediodía, se inauguró en el cerro de la Cabeza, previa bendición del mismo, el Monumento a los Héroes del Santuario. Fue preciso que transcurrieran veintiséis años desde la finalización de la Guerra Civil, para que se viera hecho realidad este anhelado sueño, y se hiciera justicia, de esta forma, a quienes en los riscos de Sierra Morena, habían protagonizado una página de heroísmo digna de ser recordada a través del tiempo.

        

 

Hubo un concurso de ideas y, de entre los anteproyectos presentados, finalmente fue elegido el del escultor de Andújar, Antonio González Orea, que ya había realizado el Monumento al Capitán Cortés en su pueblo natal, Valdepeñas de Jaén, así como los nuevos misterios del Rosario situados en las calzadas del cerro.

        

 

El acto de inauguración fue presidido por el entonces Ministro de la Gobernación, Camilo Alonso Vega, además de otras autoridades militares, civiles y eclesiásticas. Ese fin de semana, es decir, el 16 y 17 de octubre de 1965, hubo más actos, tanto en el Santuario como en Andújar. Todos ellos están reflejados, de forma exhaustiva, en un número extraordinario de la Revista “Guardia Civil”, correspondiente a noviembre de 1965, y que lleva por título “Inauguración del Monumento a los Héroes del Santuario de la Cabeza”. Veamos lo que se dice del Monumento en la citada publicación:

          “La estructura, construida con el asesoramiento técnico del arquitecto de Jaén don Manuel Millán López, consiste en un gran pilar de hormigón armado de veintitrés metros de altura, con una sección de uno cincuenta metros cuadrados, cuatro metros de empotramiento en roca y una zapata de cuatro metros cuadrados de base, que sirve de soporte a la parte principal del Monumento. Esta estructura está proyectada para aguantar la carga del grupo de bronce y resistir la flexión de los vientos, teniendo en cuenta los veintiún metros de altura total del Monumento y la poca base que permite su esbeltez. A este vástago o pilar va ensamblada la plataforma, también de hormigón armado, que lleva enganchados dos paneles en talud del mismo material, que son los que forman la proa o parte frontal.

         

 

Exteriormente, el Monumento presenta tres partes claramente diferenciadas: la Virgen, el pedestal y la plataforma. Veamos en detalle cada una de ellas.

        

 

La figura de la Virgen, estilizada al máximo, es el motivo principal. Se nos muestra como Madre que acoge el sacrificio de sus hijos, y a la vez Ella ofrenda a todos los que allí permanecieron la condecoración que la Patria por su heroísmo les otorgó: la Cruz Laureada de San Fernando. La gran figura de la Virgen está realizada en piedra blanca de Colmenar, elegida por su calidad compacta, dureza y bello color. La cabeza de la imagen va rodeada de una orla de luceros de aluminio anodizado. Sobre la parte frontal empieza a elevarse el gran grupo de bronce, de unos ocho metros de altura, que representa el Ángel de la Victoria subiendo al cielo a uno de los héroes caídos.

         

 

El pedestal tiene forma de cubo, y en él descansa la colosal figura de la Virgen. Está revestido de sillería de granito rosa, procedente de una cantera situada en una finca próxima, propiedad del popular torero don Luis Miguel González Lucas “Dominguín”, quien lo ha cedido desinteresadamente. La fuerte coloración del granito rosa forma un armonioso contraste con el resto del granito gris de la plataforma.

         

 

En la cara anterior del pedestal destaca un gran relieve de piedra gris oscura simbolizando una escena del asedio, en la que figuran una madre cuidando en su regazo del hijo amado, junto al héroe que acaba de entregar su alma a Dios en defensa de la Patria.  El lema “El honor es su divisa”, grabado en la piedra, condensa todas las virtudes de la Guardia Civil.

         

 

El lateral derecho del pedestal lleva adosado el escudo de la Aviación Nacional, como reconocimiento del valiosísimo apoyo que de ella recibieron los combatientes durante el asedio y, en el izquierdo, aparece el de la Comunidad Trinitaria, como recuerdo de los PP. Trinitarios, fieles custodios del Santuario de la Virgen de la Cabeza, que fueron inmolados en los primeros tiempos del Alzamiento. En la parte posterior figura una lápida con la dedicatoria del Monumento

        

 

La parte inferior o plataforma está rodeada de una muralla de sesenta centímetros de espesor, realizada en sillería de granito gris, conservando el corte natural de la piedra, y con un rebajo en sus aristas para dibujar perfectamente cada sillar. Los dos muros frontales, que cierran la parte exterior de las escalinatas, se abren en semicírculo hacia adelante, para dar amplitud a los accesos e imprimirles mayor belleza y robustez.

         

La proa, que a la vez sirve de arengario, está recubierta de granito gris totalmente labrado. Sobre el vértice de la proa se encuentra adosado un relieve con el antiguo emblema de la Guardia Civil sobre el rombo del actual, simbolizando la unión de las dos épocas del Cuerpo.

         

 

Las escalinatas laterales son también de granito gris, y permiten el fácil acceso a la rotonda.

         

 

El pavimento de la rotonda y cubierta de la proa, sobre la plancha de hormigón armado de la estructura, está construido de lajas de granito desconcertado. Todo el pretil que circunvala la rotonda y corona el muro es de granito gris con la misma labor que la pared exterior.

         

 

Bajo la plataforma que integran la rotonda y la proa, se ha instalado el Museo de la Gesta, con entrada por dos puertas situadas en la parte posterior del muro.

         

 

La iluminación del Monumento se verifica por proyectores situados en dos torretas metálicas, que lanzan sus haces sobre la Virgen, mientras que otros, colocados en el vértice de la proa y en las rocas de la parte anterior al Monumento, iluminan pedestal y plataforma.”

Notas:

-        Como ya hemos dicho con anterioridad, la descripción del Monumento que acabamos de transcribir está tomada de un número extraordinario de la Revista “Guardia Civil”, correspondiente a noviembre de 1965. Este ejemplar de la Revista “Guardia Civil” es imprescindible para comprender la trascendencia de los actos que tuvieron lugar en el Santuario de la Virgen de la Cabeza entre el 16 y el 17 de octubre de 1965, pues, además de la inauguración del Monumento, propiamente dicho, hubo otros actos dignos de mención, tanto religiosos, literarios o militares, además de constituirse oficialmente, en aquella fecha, la Cofradía de Defensores y Supervivientes del Santuario.

-        Como ha quedado claro en la descripción, se trata de un Monumento a los Héroes del Santuario, y en ningún sitio aparece la expresión “Virgen de la Paz”, que algunos intentan poner ahora de moda, ante la pasividad de unos, y la sonrisa cómplice de otros.

-        El Museo de la Gesta tuvo que ser desalojado, debido a los continuos problemas de humedad en el mismo, que deterioraba los objetos allí expuestos, muchos de ellos de gran valor, tanto material como sentimental. Algunos de estos enseres están ahora depositados en la planta baja del edificio anejo a la Casa de la Cofradía de Defensores y Supervivientes del Santuario, en espera de que, cuando las circunstancias lo permitan, se puedan volver a mostrar de nuevo al público. No obstante, nos consta que algunos de los objetos de los que se exponían en el Museo, se han “perdido”.

-        Este artículo va ilustrado con dos fotos. En una de ellas (la que está en posición vertical), el Monumento se ha tomado de frente, para que se puedan apreciar, tanto su esbeltez, como sus armónicas proporciones. La otra (la que está en posición horizontal, tomada en una tarde de invierno con una luz parda), muestra, en primer plano, el Monumento a los Héroes; se puede apreciar en la parte trasera de la plataforma, una de las puertas de acceso al Museo ya citado. Al fondo, el Santuario de la Virgen de la Cabeza, luciendo su airosa espadaña.

 

Texto y fotos: B.R.C.

 

 

 

 

 

 
righttop